
Al tener noticia del caso de Constance McMullen, en el también sureño estado de Mississippi, Derrick Martin, de 18 años, decidió tomar la misma iniciativa y comunicó a su instituto del condado de Bleckley, en Georgia, su deseo de acudir al baile de promoción acompañado de su novio. En esta ocasión, la respuesta del instituto fue positiva. No así la de su familia.
Inicialmente, las autoridades escolares le contestaron que la pequeña ciudad de Cochran, con una población de 5.200 habitantes, no estaba preparada para algo así, pero finalmente le informaron que las normas al respecto sólo establecían la limitación de que su pareja de baile no podía ser mayor de 21 años. El gesto atrajo las simpatías de mucha gente, e incluso una madre con un hijo gay, residente en Minnesota, envió un ramo de flores al instituto como muestra de apoyo. Surgieron también iniciativas para apoyar económicamente al adolescente en caso de necesidad, o para alquilar una limusina con la que acudir al evento.
Pero esta popularidad y atención creciente de los medios ha acabado por desatar un desenlace inesperado, ya que los padres del adolescente, que ya es legalmente mayor de edad, han decidido expulsarle del domicilio familiar. El chaval, que ahora está viviendo con un amigo, ha reaccionado con bastante madurez,
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